Son muchos los organismos públicos que ponen aplicaciones móviles a disposición de la ciudadanía. Pero, ¿cómo las valoran aquellos a quienes van destinadas y que son, en última instancia, sus financiadores? ¿cómo se comparan estas aplicaciones con las equivalentes que desarrolla el sector privado? ¿cuántas y cuáles son exactamente? En este análisis de big data he catalogado